viernes, 25 de septiembre de 2009

PARA UNA VEZ QUE SE UNEN (PP-PSOE)


Pues sí, unidos y de la mano para que no siguiera adelante una proposición para penalizar las fiestas cuya una de las actividades sea la de torturar y mortificar algún inocente animal.
Es una debate eterno y en el que nunca podremos ponernos de acuerdo, pero sigo pensando, por más que pasa el tiempo y escucho argumentos de todos los colores, que ¡Es una bestialidad!
En el Siglo XXI todavía se mantienen como Fiestas de Interés turístico festejos donde el atractivo principal es maltratar y hacer sufrir a un ser vivo, como podríamos ser uno cualquiera de nosotros para otra raza supuestamente más avanzada, aunque lo demostramos muy pocas veces.
A todos nos parece bien cuando alguien propone que se tomen medidas para que disminuyan las escenas violentas en la televisión, pero nada hacemos para evitar que nuestros pequeños presencien como torturan animales indefensos hasta la muerte. Viendo como nuestros semejantes gozan con sus últimos agonizantes estertores.
La ley de protección de animales define a los animales como seres vivos, dotados de sensibilidad física y psíquica y, por tanto con derechos que persiguen su bienestar.
Es el momento que todos los que se rasgan las vestiduras ante cualquier atisbo de crueldad en otros ámbitos piensen en rasar con los pobres animales.
Se me ocurre que para la celebración del COMPROMISO en el año 2012 podríamos quemar en el Plano una bruja de verdad ¡Eso si que sería un puntazo! y seguro, seguro, sería considerado de interés turístico.

2 comentarios:

  1. Pepito Grillo-Repelente niño Vicente30 de septiembre de 2009, 10:54

    A mí también me conmueve el pasodoble En er mundo. Se me van los pies. Y si lo escucho cuando estoy lejos se me forma en la garganta el nudo de la añoranza, como en aquella copla en la que Concha Piquer, en Nueva York, una Nochebuena, preparó una cena para invitar a sus paisanos y al escuchar en un gramófono Suspiros de España rompió a llorar
    A mí también me gusta la iconografía taurina, los toreros de Goya y los toreros con cara de borrachos de Miguel Macaya. Soy capaz de apreciar la belleza de un cielo isidril iluminando los colores entre dramáticos y tópicos de la plaza. Admiro la figura de Juan Belmonte contada por Chaves Nogales como paradigma de un héroe de otro tiempo y puedo apreciar la prosa de pasamanería antigua de las crónicas taurinas. Lástima que tanto adorno encubra bellamente pero no evite el fin último de la fiesta: matar.

    Estos días somos muchos (tal vez la mayoría) los que hemos sentido vergüenza al comprobar que si hay algo que al político le amedrenta es la voz del bruto: no se prohibirán en España las fiestas con sufrimiento animal. Al parecer, el PP encuentra que en ese sufrimiento se concentra nuestra esencia cultural y el PSOE prefiere no calentar a los bárbaros, aunque sean minoría. Todos ellos están, sin duda, prisioneros de los temibles orgullos locales. Pero hay una contradicción más profunda que planea sobre el asunto y en la que muchos detractores del toro de la Vega no querrían reconocerse: ¿cómo se distingue entre el sufrimiento popular y el artístico? ¿Cómo lo distingue la prensa para poder conjugar con tanta naturalidad una crónica denunciadora de la brutalidad con otra (ésta en Cultura) que ensalza la coreografía filosófica del toreo? ¿Cómo se mide la diferencia entre lo que sufre un animal linchado por todo un pueblo y lo que sufre a manos de un solo hombre sacado a hombros por el pueblo?

    AmiGO JADICA nuestro "mundo" es el de las contradicciones.

    Salud y reflexion

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  2. Pepito Grillo-Repelente niño Vicente30 de septiembre de 2009, 10:57

    Creo que he olvidado, en el comentario anterior, citar al autor, en este caso autora, del articulo reproducido.
    Es de Elvira Lindo publicado en El Pais bajo el titulo de "En er mundo"

    Salud y reflexion

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Unas pocas canciones de......AMARAL