martes, 28 de septiembre de 2010

Soldadito boliviano

 

En una canción de Víctor Jara se hacía mención a la guerra fratricida en la Bolivia del “Che”. Los americanos armaban al ejercito boliviano para que lucharan contra el molesto insurrecto. La situación no es tan dramática, pero de alguna forma de guerra y de fratricidio se trata. Porqué será que el texto de esas malditas canciones nunca pasan de moda.

La reforma laboral, cualquier reforma laboral por desgracia, termina siendo un ataque y un menoscabo a los ya devaluados derechos de los trabajadores. Pero ¿Realmente hay alguna otra forma de solucionar o paliar la asfixiante situación económica?. ¿Es tan zoquete nuestro gobierno que entre todos sus componentes no lo saben ver? ¿Son tan vagos, egoístas y de moral tan deleznable que sabiendo como arreglar los problemas de “su” masa trabajadora no los quieren aplicar para de una forma gratuita perjudicar a los que los han puesto ahí. Pues yo creo que no.

La única que dice –mentira- poder aplicar otras soluciones es la derecha. La derecha que ahora se ha disfrazado de valedora del proletariado. Siempre se ha ciscado en cualquier petición de esos “fabricadores de plusvalías” que encima quieren sobrevivir, ya no vivir bien, solo sobrevivir.

Esta mañana en un titular, el periódico CINCODÍAS ponía: “El PPlobooveja4 propone ahorrar 20 millones despidiendo a 437 eventuales de la Administración”. Esos son los que queremos en el gobierno. Esta claro. Si los que hay no solo lo hacen mal si no que encima no son de fiar, tendremos que votar a otros. Gran dilema (no lo quiero extrapolar a este, mi pueblo, porque esta estación del año es proclive a las depresiones). Pero en el cielo siempre hay buitres. Quizá ahora no los veis, pero están. Y hasta que llegue el momento de carroñear están relamiéndose junto a sus amigas las hienas.

Es muy fácil, me dirán muchos, cuando se tiene trabajo. Sí, ese trabajo que parece fijo, pero que con la nueva reforma laboral está más en peligro que antes. Pero ¿que dice el parado?. ¿Realmente le perjudica esta reforma?. Ahora mismo, si esto se leyera en público, algún fariseo esta dando un paso atrás.

 

2 comentarios:

  1. Pepito Grillo/Repelente niño Vicente dice:

    ¿Y ahora que? se preguntan quienes hicieron la huelga y quienes no la hicieron. "Afortunadamente" las primarias del PSOE en Madrid han venido a "pasar pagina" sobre la huelga, sus valoraciones y sus efectos. El mayor enemigo de esta huelga era la incertidumbre del ciudadano, trabajador, pensionista ...ante una "reforma" que no les gusta pero a la que desde la izquierda y los sindicatos, totalmente desnortados ambos,no son capaces de presentar alternativas.
    Y el resultado esta a la vista.Hemos "consumido" el instrumento por excelencia de las luchas obreras y seguimos preguntando: ¿Y ahora que?.
    Mientras el PP se proclama el defensor de los trabajadores y los pensionistas.
    ¡ Que paren el mundo que me apeo !

    ¿Y si la huelga general no fuera suficiente?


    Salud y reflexión

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  2. Pepito Grillo/Repekente Niño Vicente dice:

    Como complemento a mi mensaje anterior me permito aportar al debate este comentario de Miquel Riera. Es el editorial de la Revista "El Viejo Topo" de este mes de Octubre. Lo había colocado en mi anterior mensaje pero parece ser que no me "cabia"

    RESIGNARSE O LEVANTARSE

    Subrayemos algo obvio: el cambio de política del gobierno del PSOE, adornado frecuentemente
    con afirmaciones peregrinas del presidente, evidencia la derrota en toda regla de
    cualquier intento reformista del sistema que vaya más allá de garantizar la solidez bancaria
    y la burbujeante hegemonía de los “mercados”. No negaré que, tiempo atrás, algunas decisiones
    de Zapatero hacían creer que en él todavía coleaba algo, aunque fuera poco, del alma
    socialdemócrata que antaño impregnó a su partido. Pero a la hora de la verdad, humo y pajas. No hay
    nada que hacer. Sólo queda resignarse o levantarse.
    Se ha dicho hasta la saciedad que afrontamos una crisis global formada por la suma de diversas crisis:
    ambiental, económica, alimentaria, energética… Hasta el más ciego advertiría que el sistema no da
    más de sí, que las desigualdades aumentan de forma imparable, que el planeta se agota, que (y especialmente
    en España) los jóvenes tienen ante sí no ya un futuro negro, sino la negación misma de un
    futuro. Pero los gobiernos parecen incapaces de tomar medidas que incomoden a las transnacionales,
    a los capitales especulativos o al lobby político-empresarial-mediático que lo controla todo.
    Nos enfrentamos, pues, como dice Juan Ramón Capella unas páginas más adelante, a un déspota global
    que actúa implacablemente mediante tentáculos locales, y que no va a ceder un ápice en su política
    de trasladar rentas de los de abajo a los de arriba, del sur al norte, de oriente a occidente. Su voracidad
    no tiene límites.
    Lo diré otra vez: sólo queda resignarse o levantarse.
    Ahora le llega el turno al recurrente tema de las pensiones. Desde hace décadas se nos viene anunciando
    que el sistema quebrará a diez años vista. Las décadas transcurren, y el sistema de pensiones
    sigue gozando de buena salud. Pero, ¡ah! ya veréis dentro de diez años...
    En Francia, tres cuartos de lo mismo (un momento: allí se están jubilando a los 60, y van a pasar a los
    62; aquí estamos en 65, y quieren llevarla hasta los 67. ¡Cinco años de diferencia con Francia! ¿No estábamos
    convergiendo con Europa?). Uno no puede evitar tener la sensación de que le están tomando el
    pelo.
    Lo diré de nuevo: sólo queda resignarse o levantarse.
    Resignarse es lo que ha hecho la humanidad durante siglos, en largos periodos interrumpidos por breves
    periodos de alzamiento que nos han traído hasta donde estamos. Es cómodo resignarse, aunque
    cobarde. Sólo hay que bajar la cabeza, pensar que no hay otra salida posible, y tratar, en el peor de los
    casos, de situarse en lo personal al margen de riesgos innecesarios (me lo repetía mi madre, recordando
    su estancia en los campos de concentración franceses: no te signifiques, no protestes). En el mejor
    de los casos, medrar tras aceptar las reglas del juego, unirse al coro de los que alaban al sistema y a sus
    corifeos. Entre lo mejor y lo peor, una gama de grises inocuos.
    Levantarse es más difícil.
    Pero es necesario para enmendar un rumbo que nos conduce directamente al precipicio.
    Empecemos por gritar. Lo han hecho los mineros castellanos y los huelguistas del 29. Pero hace falta
    un grito sostenido. Lo demás vendrá rodado.

    Salud y reflexión

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Unas pocas canciones de......AMARAL